hay un tiempo para dejar que sucedan las cosas y un tiempo para hacer que las cosas sucedan.
3 A.M
3 de la mañana, suena el despertador a 4600 metros de altitud.
empieza la jornada de trabajo.
el próximo que me diga eso de "a quien madruga dios le ayuda" me lo como con patacones.
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