Sobre todo santuarios.
La entrada a los baños son 10 centavos de dolar, 15 con un pedazo de papel, y allí está dios.
Dios y su sequito de vírgenes están entre los tomates, al lado de la olla de quien prepara los almuerzos, bajo la licuadora de la veci de los zumos... en todas partes, vaya.
Las limosnas para dios suelen ir a una caja fuerte situada bajo las vírgenes.
Las ganancias para la casa bajo el refajo de las vendedoras.
Cuando das las "gracias" te responden "dios le pague".
Y es que en los mercados todo el mundo hace su negocio, como dios manda.
mercado de santa clara, quito
2 comentarios:
Fotos hechas como dios manda...
Besos peninsulares, Reina de Reyes.
Recibidos besos, un puñao de vuelta Juan de Juanes!!
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