el centro de Quito


El centro de la ciudad es igual en lunes que en domingo.
Si te sientas un momento en cualquiera de sus plazas tienes el espectáculo asegurado.
Siempre está llena de comerciantes, de limpiabotas, de vendedores de helados para el calor del invierno, de turistas, de espectáculos callejeros, de mujeres que venden docenas de manzanas a 1 dolar,  de autobuses de humo negro que suben por sus calles empinadas, de gente que va y viene.
El centro no descansa nunca.
Y en las noches tan solo duerme.